perry
Well-Known Member
Datos rápidos:
Temperatura:Entre 23ºC y 28ºC.
Humedad:65-75%
Tamaño terrarioor norma general, el alto ha de ser tres veces el largo de la mantis, y el ancho dos veces el largo de la mantis.
Alimentación:Esta mantis puede alimentarse de insectos tanto terrestres como voladores.
Phyllocrania paradoxa
La mantis fantasma, con una silueta ciertamente inquietante, podría provocar inquietud en algunas personas, sin embargo, es totalmente inofensiva. Las hembras lleguan a una longitud de unos 8 cm, mientras que los machos se quedan en unos 7 cm. Las hembras son realmente elegantes, con una protuberancia en la cabeza que las hace muy estilizadas. Sin embargo, los machos resultan infinitamente más brillantes que las hembras, puesto que sus alas son anchas, pareciendo una capa, y la corona es mucho más estirada, y queda acompañada de unas preciosas y delicadas antenas.
Hembra adulta de Phyllocrania paradoxa.
Macho adulto de Phyllocrania paradoxa.
Terrario
Por norma general, el terrario ha de ser de alto igual que tres veces el largo de la mantis, y de ancho dos veces el largo del animal. Sin embargo, esta especie es ciertamente inactiva, por lo que se la puede mantener bien en un terrario decorado como forma de ornamentación, o bien en un vaso grande, de forma que queda más práctico si el fin es la cría, y no la decoración. En ambos casos, el terrario no deberá estar demasiado cargado, puesto que estos animales necesitan espacio para mudar. Necesitará estar bien ventilado, y al mismo tiempo mantener la humedad. En esta especie no es complicado, puesto que ni las temperaturas a las que se debe mantener son demasiado altas, ni tampoco lo es la humedad.
Ejemplo de terrario comunal para Phyllocrania paradoxa.
Temperatura y humedad
La temperatura deberá estar entre 24ºC y 28ºC. Cuanto más baja sea la temperatura (siempre con un límite) más lento será el desarrollo del animal. La temperatura de mantenimiento de esta mantis se logra sin ningún esfuerzo manteniéndola a temperatura ambiente, mientras que si queremos un desarrollo más acelerado, podríamos situarla cerca de un radiador, encima de una lámpara de terrario, o utilizar una manta calefactora. La humedad se logra pulverizando en días alternos. Podremos pulverizar el terrario, pero intentaremos no echar agua directamente encima del insecto, puesto que odría acarrear problemas. Es muy importante pulverizar, puesto que estos animales no beben del agua estancada, de agua corriente o de un gotero, sino del agua que queda en las paredes, perchas y suelo de su terrario.
Muda
Al empezar con este mántido, lo que más preocupa es la muda del exoesqueleto debido a su elaborada forma externa. Sin embargo, si se mantienen los parámetros descritos de forma correcta, no hay ningún problema y la mayoría de mudas ocurren sin ningún problema, siempre que se cumplan los siquientes requisitos;
El techo del terrario, vaso o recipiente elegido deberá ser bien de malla plástica, bien de tela, o bien de papel absorbente, correctamente colocados de forma que queden sujetos. Esto es necesario debido a que todos los mántidos (excepto especies estrictamente terrestres tales como Erempiaphila) se cuelgan del techo para mudar.
Además, deberán situarse suficientes perchas para que la mantis pueda elegir el lugar del recipiente en el cual las condiciones son mejores para la muda. Debemos tener en cuenta que no podemos recargar el terrario, puesto que si la mantis choca con algún obstáculo en el proceso de muda, esto podría ocasionar malformaciones, o incluso la muerte.
No se debe molestar al insecto, ni manipular, tocar o mover el recipiente durante el proceso de muda, puesto que si el insecto cae, podría ser el último momento en el que la viésemos con vida.
Como se puede observar, el proceso de muda es la parte más delicada de la vida de nuestra Phyllocrania, junto con el tiempo que ésta pase en L1, es decir, su primer estadío larvario, que se da al nacer. Por ello debemos ser cuidadosos, pero sin exagerar hasta el punto de no mantener mantis por ello.
Habrá algunos signos que nos indicarán cuándo nuestra mantis está preparada para mudar. Debemos aprender a detectarlos e interpretarlos para adecuar el terrario en caso de que falta algo. Algunos de estos signos son más estaticidad de lo normal (no se mueven), falta de apetito, o en el caso de muda a adulto, veremos los muñones de ala realmente hinchados.
Podemos apreciar en esta imagen la muda inminente de un macho, y los engrosadísimos muñones que presenta.
Un macho mudando a adulto, se pueden ver los esbozos que darán lugar a las alas.
Alimentación
Esta especie puede alimentarse sin problemas de insectos voladores y terrestres. Podemos ofrecerle (en orden según su crecimiento) Drosophyla melanogaster, Drosophyla hydei, microgrillo, microrunner, mosca común, polillas de gusano de la cera, mosca azul, mosca verde, grillos adultos y pequeñas langostas.
Hembra comiendo un tenebrio.
Reproducción
Dos o tres semanas después de la última muda de la hembra, y una semana o dos después de la muda del macho, es el momento de juntarlos e intentar su reproducción. Meteremos a la hembra en el terrario del macho, de forma que el macho quede tras la hembra, y ofreceremos una presa de buen tamaño a la hembra, que deberá estar ya cebada. Si todo sale bien, el macho saltará sobre la hembra, y tras un rato de vagancia, el macho conectará con la hembra y se pasarán así una hora o dos, dependiendo del ejemplar. Tras la reproducción, entre una semana y un mes después, la hembra fabricará su primera ooteca. Ésta deberá ser incubada a 25ºC y con un 75% de humedad, y eclosionará en un período de 4 semanas aproximadamente.
Pareja de Phyllocranias a punto de conectar.
Comuna sí, comuna no
Esta especie es una de las que se han dado casos de mantenimiento comunal. Respecto a este aspecto hay un dilema, puesto que siempre hay riesgo de canibalismo. Sin embargo, esta especie es algo más tolerante que otras, y en caso de que haya comida siempre disponible, es posible mantener un grupo de forma comunal. Se necesitará un terrario amplio, con frondosidad abundante (dejando espacios libre para la muda), y tener siempre disponible comida inofensiva dentro del terrario, como moscas o cucarachas. Si dejásemos grillos siempre a disposición de la mantis, existe la posibilidad de que el cazador se convierta en cazado, y acabemos con un grupo de mantis mutiladas.
Pequeña ninfa de Mantis en L3.
Espero que la ficha os sirva. Si tenéis alguna duda, sugerencia, o foto que queréis que incluya, lo haré sin problemas.
Un saludo
Perry
Temperatura:Entre 23ºC y 28ºC.
Humedad:65-75%
Tamaño terrarioor norma general, el alto ha de ser tres veces el largo de la mantis, y el ancho dos veces el largo de la mantis.
Alimentación:Esta mantis puede alimentarse de insectos tanto terrestres como voladores.
Phyllocrania paradoxa
La mantis fantasma, con una silueta ciertamente inquietante, podría provocar inquietud en algunas personas, sin embargo, es totalmente inofensiva. Las hembras lleguan a una longitud de unos 8 cm, mientras que los machos se quedan en unos 7 cm. Las hembras son realmente elegantes, con una protuberancia en la cabeza que las hace muy estilizadas. Sin embargo, los machos resultan infinitamente más brillantes que las hembras, puesto que sus alas son anchas, pareciendo una capa, y la corona es mucho más estirada, y queda acompañada de unas preciosas y delicadas antenas.
Hembra adulta de Phyllocrania paradoxa.
Macho adulto de Phyllocrania paradoxa.
Terrario
Por norma general, el terrario ha de ser de alto igual que tres veces el largo de la mantis, y de ancho dos veces el largo del animal. Sin embargo, esta especie es ciertamente inactiva, por lo que se la puede mantener bien en un terrario decorado como forma de ornamentación, o bien en un vaso grande, de forma que queda más práctico si el fin es la cría, y no la decoración. En ambos casos, el terrario no deberá estar demasiado cargado, puesto que estos animales necesitan espacio para mudar. Necesitará estar bien ventilado, y al mismo tiempo mantener la humedad. En esta especie no es complicado, puesto que ni las temperaturas a las que se debe mantener son demasiado altas, ni tampoco lo es la humedad.
Ejemplo de terrario comunal para Phyllocrania paradoxa.
Temperatura y humedad
La temperatura deberá estar entre 24ºC y 28ºC. Cuanto más baja sea la temperatura (siempre con un límite) más lento será el desarrollo del animal. La temperatura de mantenimiento de esta mantis se logra sin ningún esfuerzo manteniéndola a temperatura ambiente, mientras que si queremos un desarrollo más acelerado, podríamos situarla cerca de un radiador, encima de una lámpara de terrario, o utilizar una manta calefactora. La humedad se logra pulverizando en días alternos. Podremos pulverizar el terrario, pero intentaremos no echar agua directamente encima del insecto, puesto que odría acarrear problemas. Es muy importante pulverizar, puesto que estos animales no beben del agua estancada, de agua corriente o de un gotero, sino del agua que queda en las paredes, perchas y suelo de su terrario.
Muda
Al empezar con este mántido, lo que más preocupa es la muda del exoesqueleto debido a su elaborada forma externa. Sin embargo, si se mantienen los parámetros descritos de forma correcta, no hay ningún problema y la mayoría de mudas ocurren sin ningún problema, siempre que se cumplan los siquientes requisitos;
El techo del terrario, vaso o recipiente elegido deberá ser bien de malla plástica, bien de tela, o bien de papel absorbente, correctamente colocados de forma que queden sujetos. Esto es necesario debido a que todos los mántidos (excepto especies estrictamente terrestres tales como Erempiaphila) se cuelgan del techo para mudar.
Además, deberán situarse suficientes perchas para que la mantis pueda elegir el lugar del recipiente en el cual las condiciones son mejores para la muda. Debemos tener en cuenta que no podemos recargar el terrario, puesto que si la mantis choca con algún obstáculo en el proceso de muda, esto podría ocasionar malformaciones, o incluso la muerte.
No se debe molestar al insecto, ni manipular, tocar o mover el recipiente durante el proceso de muda, puesto que si el insecto cae, podría ser el último momento en el que la viésemos con vida.
Como se puede observar, el proceso de muda es la parte más delicada de la vida de nuestra Phyllocrania, junto con el tiempo que ésta pase en L1, es decir, su primer estadío larvario, que se da al nacer. Por ello debemos ser cuidadosos, pero sin exagerar hasta el punto de no mantener mantis por ello.
Habrá algunos signos que nos indicarán cuándo nuestra mantis está preparada para mudar. Debemos aprender a detectarlos e interpretarlos para adecuar el terrario en caso de que falta algo. Algunos de estos signos son más estaticidad de lo normal (no se mueven), falta de apetito, o en el caso de muda a adulto, veremos los muñones de ala realmente hinchados.
Podemos apreciar en esta imagen la muda inminente de un macho, y los engrosadísimos muñones que presenta.
Un macho mudando a adulto, se pueden ver los esbozos que darán lugar a las alas.
Alimentación
Esta especie puede alimentarse sin problemas de insectos voladores y terrestres. Podemos ofrecerle (en orden según su crecimiento) Drosophyla melanogaster, Drosophyla hydei, microgrillo, microrunner, mosca común, polillas de gusano de la cera, mosca azul, mosca verde, grillos adultos y pequeñas langostas.
Hembra comiendo un tenebrio.
Reproducción
Dos o tres semanas después de la última muda de la hembra, y una semana o dos después de la muda del macho, es el momento de juntarlos e intentar su reproducción. Meteremos a la hembra en el terrario del macho, de forma que el macho quede tras la hembra, y ofreceremos una presa de buen tamaño a la hembra, que deberá estar ya cebada. Si todo sale bien, el macho saltará sobre la hembra, y tras un rato de vagancia, el macho conectará con la hembra y se pasarán así una hora o dos, dependiendo del ejemplar. Tras la reproducción, entre una semana y un mes después, la hembra fabricará su primera ooteca. Ésta deberá ser incubada a 25ºC y con un 75% de humedad, y eclosionará en un período de 4 semanas aproximadamente.
Pareja de Phyllocranias a punto de conectar.
Comuna sí, comuna no
Esta especie es una de las que se han dado casos de mantenimiento comunal. Respecto a este aspecto hay un dilema, puesto que siempre hay riesgo de canibalismo. Sin embargo, esta especie es algo más tolerante que otras, y en caso de que haya comida siempre disponible, es posible mantener un grupo de forma comunal. Se necesitará un terrario amplio, con frondosidad abundante (dejando espacios libre para la muda), y tener siempre disponible comida inofensiva dentro del terrario, como moscas o cucarachas. Si dejásemos grillos siempre a disposición de la mantis, existe la posibilidad de que el cazador se convierta en cazado, y acabemos con un grupo de mantis mutiladas.
Pequeña ninfa de Mantis en L3.
Espero que la ficha os sirva. Si tenéis alguna duda, sugerencia, o foto que queréis que incluya, lo haré sin problemas.
Un saludo
Perry