Esta mañana he escrito este post tres veces y las tres se me ha borrado accidentalmente, he perdido la paciencia y he pasado... vamos allá otra vez.
Como escribí en algun otro tema, las chinchillas siempre me han sorprendido por su apego a las personas si les ofreces la posibilidad. Muchas de mis chinchillas saltaban de alegría en cuanto me veían porque sabían que les iba a abrir la jaula para que jugasen un rato. El escondite era un juego que les encantaba, cuando ya me aburría de ir siemrpe detrás de alguna de ellas entonces me escondía yo, salían al centro de la habitación y venían a buscarme, cuando me sorprendían saltaban de alegría (esto es sobre un mismo punto), a veces se me subían por las rodillas como diciendo "te he pillado".
En una ocasión tuve un machito nacido en casa con el que tenía mucho feeling, se me olvidó su jaula abierta y cuando me di cuenta se había perdido en un campo que tenía al lado de casa. Lo estuve llamando y escuché a lo lejos el lloriqueo que hacen cuando están tristes, al cabo de un rato lo vi aparecer entre los matorrales y saltó a mi regazo... se estuvo un buen rato sin querer bajarse.
Siempre he intentado ser muy realista con los animales y nunca me ha gustado antropomorfizarlos, pero con la chinchilla me ha sido imposible, creo que realmente se alegran, se entristecen y disfrutan de la compañía de sus amos, he tenido cientos de experiencias con ellas y realmente creo que son el roedor más genial de cuantos he conocido.
Saludos