Una buena guia que encontre

diguanilla

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El caimán de anteojos (Caiman crocodilus)
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Guía rápida

* · Nombre científico:Caiman crocodilus.
* · Nombre común: Caimán de anteojos, caimán común, caimán blanco, babo, baba, cachirre o babilla.
* · Distribución: Centro y Sudamérica.
* · Temperatura: 34ºC en la zona seca durante el día, y 29ºC en el agua, disminuyendo hasta 3 ó 4ºC durante la noche.
* · Iluminación: 12 - 14 horas. Necesitan UV.
* · Dimensiones de terrario recomendadas: Al menos, tres veces la longitud total del animal adulto.
* · Alimentación: Los recién nacidos se alimentarán de insectos pequeños, peces, anfibios y reptiles, según vayan creciendo mamíferos, aves y otros reptiles más grandes pasarán a su dieta, así como algunos crustáceos y moluscos (cangrejos de agua dulce y caracoles).
* · Dimensiones máximas del animal: 2 - 2,5 m.
* · Longevidad: 20 - 30 años.
* · Temperamento frente a sus congéneres: Agresivo.
* · Temperamento frente al ser humano: Agresivo.
* · Dimorfismo sexual: Machos más pequeños que las hembras, y cantan.
* · Dificultad de mantenimiento: Difícil.

Introducción:

El Caiman crocodilus, conocido según las zonas como caimán común, caimán de anteojos, babo, baba, cachirre o babilla, es el crocodílido más frecuentemente mantenido en cautividad
Se requiere de muchos años de trabajo para “domarlos” y, en la mayoría de las ocasiones, los caimanes solamente obedecen por su propio beneficio y respondiendo a premios como alimentación. El C. crocodilus no es una especie especialmente agresiva, y su tamaño relativamente pequeño hace que no se tan peligroso como otras especies, pero eso no quiere decir que su manejo deba tomarse a la ligera. En teoría sí es posible domesticar a un caimán. Aún así, es muy difícil y la mayoría de los animales no se dejan domesticar, simplemente se vuelven más tranquilos. Mucha gente ha tratado de domesticar sus animales, con muy poco éxito. Los únicos cocodrilianos que se han visto domesticados, han sido acariciados cada día de su vida, durante extensos períodos de tiempo. Aún así, el animal es capaz todavía de infligir una herida seria y los reflejos del animal suelen ser muy difíciles de inhibir. El temperamento de cada espécimen varía entre ellos y ciertamente muchos suelen ser más tranquilos que otros. Es cierto que los caimanes son unos buenos aprendices, si los comparamos con otros reptiles. Pueden aprender acerca de ciertos eventos y esto podría volverse en nuestra contra, si no se es lo suficientemente cuidadoso. Por ejemplo, si se alimenta al animal de la misma manera, día tras día, aprenderá la rutina y sabrá cuándo esperar la comida. Si se duplica esta rutina y se le alimenta dos veces, cuando haya que limpiar el recinto el animal creerá que se le va a alimentar, y seguramente tratará de morder al cuidador, no por agresividad, sino porque espera que se le ofrezca su esperado alimento.



. Los recién nacidos suelen ser muy tímidos y se pasarán la mayoría del tiempo tratando de esconderse de la vista de los demás, aunque en poco tiempo se volverán más agresivos y atrevidos. Es muy difícil encontrar un caimán de anteojos bien domesticado y la mayoría de los ejemplares adultos son difíciles de manejar.

La regla número uno al tratar a un caimán es: nunca se debe confiar en el animal y nunca se debe bajar la guardia ante él. Debe tenerse en cuenta siempre su capacidad, tanto de ataque, como de velocidad.

En estado salvaje los caimanes desarrollan un amplio rango de sociedad y colaboración. Por lo tanto, debe tenerse en cuenta que la criatura que está detrás del cristal es más inteligente de lo que parece a simple vista.
Instalaciones




Dado que para los caimanes en estado salvaje suelen comer una gran cantidad y variedad de alimento cuando tienen la oportunidad, también comerán casi cualquier cosa que se les ponga enfrente en cautiverio. Hay que estar seguro de que el animal se está alimentando de manera equilibrada. He aquí algunas líneas que te servirán de guía para alimentar a un caimán en cautividad:

Una dieta equilibrada consiste en proporcionar a nuestro animal las proteínas, carbohidratos, fibras, vitaminas, minerales y otros elementos imprescindibles para su supervivencia en las proporciones adecuadas. Dado que los cocodrilianos tienden a engullir presas enteras, obtendrán todo el paquete necesario en una sola comida: las proteínas de los músculos, el calcio de los huesos, etc. Por esto mismo, es una excelente idea seguir esta fórmula en cautiverio. Es lamentable ver que muchos aficionados tienen el hábito de alimentar a sus caimanes única y exclusivamente con carne magra. Ésta es parte de una dieta variada, pero tiene que ser complementada con calcio, de manera que se eviten deficiencias de éste. Para notar las deficiencias de calcio podrían pasar meses o incluso años.

Una buena dieta será aquella que provea al caimán de una adecuada variedad de nutrientes en unas proporciones adecuadas. Muchos aficionados adoran alimentar al caimán con peces, y de éstos hay una gran variedad, de modo que incluso hay unos peces que son mejores que otros en contenido nutritivo. Algunos aficionados colocan peces vivos en el estanque, en caso de que el animal esté hambriento. Existen algunas desventajas en alimentar a los caimanes solamente con peces: primero, los peces, tanto frescos como congelados, contienen grandes cantidades de la enzima tiaminasa. Parece que el proceso de congelamiento aumenta la concentración de esta enzima en los tejidos, de manera que se deberá tratar de evitar los peces congelados, que sólo deberán utilizar como alimento de emergencia. La enzima tiaminasa destruye la vitamina B1 (tiamina), por lo cual habrá asegurarse de utilizar un suplemento que contenga esta vitamina, o calentar el pez a unos 27ºC, durante breves períodos de tiempo, de manera que se desnaturalice la enzima. Obviamente, no todos los peces contienen a esta enzima tan simpática. El segundo problema consiste en que la alimentación de peces, que son demasiado aceitosos, podría llevar a una deficiencia de vitamina E. Esta enfermedad es muy común en los caimanes que son alimentados con una gran cantidad de peces, así que ya no está de más estar prevenido acerca de estas implicaciones.

Los caimanes juveniles se alimentarán de una amplia gama de insectos. Estos se pueden comprar en la tienda de animales, o capturarlos nosotros mismos, asegurándonos de que provienen de un área limpia, libre de químicos y otros pesticidas. En caso de tener la más mínima duda, no utilizaremos insectos capturados. Hay que asegurarse de que los insectos estén sanos y bien alimentados, por lo que puede ser interesante cebarlos unos días con alimentos de confianza antes de ofrecerlos. Así nos aseguramos de que nuestro joven caimán se está alimentando con comida de excelente calidad. Los ratones también son una excelente fuente de alimento, siendo los ratones lactantes perfectos para los caimanes recién nacidos y los ratones pequeños, buenos para los juveniles. Las ratas formarán parte de una dieta de un caimán adulto. Otros buenos alimentos para un caimán cautivo son: carne de cerdo, pollo o vacuna, que cuente con los huesos y limpia de grasa; gusanos de seda, lombrices, caracoles, cangrejos, arañas, ranas y pequeños lagartos. Claro que podemos encontrarnos con un caimán exigente, el cual se negará a cierto tipo de alimento. Algunos caimanes odian el calamar y detestan las mariposas. Esto no implica ni indica ningún problema; con ello nos está indicando que existen otras alternativas que podemos usar.

Se debe tener cuidado en la alimentación de los recién nacidos, ya que sus estómagos no son tan poderosos como el de los adultos, y no podrán digerir todo lo que les pongamos enfrente. Por ejemplo, sobrealimentar a nuestro caimán con insectos que cuentan con un exoesqueleto demasiado quitinoso (grillos negros, tenebrios o zophobas), podría bloquear el intestino, ya que la quitina no es fácil de digerir.

Muchos aficionados trituran el alimento para sus recién nacidos, de manera que se facilite la digestión para sus pequeños estómagos. De hacer esto se tendrá que limpiar el estanque con mayor frecuencia, pues el alimento triturado ensuciará fácilmente el agua.

Algunos aficionados también alimentan a sus caimanes con piensos preparados para ellos. Si bien es cierto que esto evita ensuciar el recinto y que es más económico, muchos caimanes ni siquiera los probarán.

Sobre la frecuencia de la alimentación, los caimanes juveniles se pueden alimentar tres veces a la semana o cada dos días. Lo mejor es permitir que realicen una buena digestión y alimentarlos solamente tres veces a la semana. Cuando se vuelven más grandes y también el alimento es más pesado, entonces la alimentación podrá reducirse solamente a dos veces por semana. La temperatura será un factor muy importante en la alimentación del caimán, ya que acelerará la digestión y aumentará el deseo de alimentarse. En ejemplares adultos muy grandes podemos ofrecer una sola comida importante semanal.

Hay que tener cuidado en no sobrealimentar al caimán, así como las temperaturas bajas y deshidratación. Hay que evitar los alimentos altos en grasas. Lo más recomendable es realizar una revisión veterinaria cada tres meses o, si se puede, cada mes, para ver cuánto pesa el animal, cuánto mide y ver si progresa o no, de manera que se evite una mala dieta y un mal mantenimiento de dicho animal.

Nunca habrá que olvidar que el caimán suele tragar algunas piedras para facilitar la digestión, de manera que habrá que colocar algunas en su recinto, tipo grava. De lo contrario, podría intentar tragarse el filtro u otros objetos peligrosos (razón por la cual estos deben ser inaccesibles para el animal). Es interesante realizar una prueba de rayos X al año, que ayudará a saber si la cantidad de piedras tragadas es correcta o si se ha sobre pasado el límite del estómago, teniendo que recurrir a una cirugía cara, peligrosa y urgente.
 
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