cria de cetonidos

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ya e visto varios temas de cetonidos pero navegando por la red para ver que se necesita para sus cuidados me encontré con esta web https://cetonidos.wordpress.com/ les paso la información que baje de ella espero les sea de ayuda.


La mayor parte de los cetónidos que se crían en cautividad provienen de África, y algunas especies de Asia y América. Se conocen alrededor de 3000 especies en el mundo. Los géneros más habitualmente encontrados en cautividad son Pachnoda, Eudicella, Stephanorhina, Mecynorrhina, Chlorocala, etc.


Los cetónidos presentan tres fases larvarias, pasando de una a otra a través de sucesivas mudas, hasta llegar a la pupa. Esta se realiza dentro del cocoon, un capullo construido con barro, tierra, heces… donde se realizará la última muda, que genera al imago, o escarabajo adulto.


Huevo – L1 – L2 – L3 – Pupa – Imago


El huevo, que suele ser blanco y aumenta de tamaño gracias a la humedad, es depositado bajo el sustrato y tarda 1-3 semanas en eclosionar. El tiempo que trascurre entre una fase y otra depende de la especie, por supuesto, pero además de la temperatura y de la calidad de la alimentación. En general, son especies de ciclos generalmente cortos (trascurren sólo unos pocos meses entre el huevo y la formación del adulto) y de longevidad moderada.


Son escarabajos diurnos que gustan de tomar el sol. Durante la noche, duermen enterrados en el sustrato. En general se mantienen bien a la temperatura normal de la casa, sin necesidad de utilizar ningún sistema de calefacción.


La luz incrementa su actividad enormemente. Por ello, tendremos mucho cuidado cuando abramos el terrario o contenedor de cría: detectan la luz del sol increíblemente bien y despegan a velocidad vertiginosa. ¡Nunca subestiméis la capacidad de un cetónido para escaparse!.


El alimento de la mayor parte de las especies en estado adulto son las flores (polen, néctar y pétalos) mientras que las fases larvarias se alimentan habitualmente de materia orgánica en descomposición (hojarasca, madera muerta…). En cautividad, a los imagos podemos darles fruta madura, polen, miel… mientras que las larvas se alimentarán de sustrato vegetal (en general compuesto de hojas y madera descompuestas, en porcentaje variable según especie).


Contenedor cría Son pequeñas mascotas que no generan olores, ni exigen cuidados muy complicados. El único problema que pueden generarnos es la presencia de moscas de la fruta o moscas del mantillo. Las primeras se ven atraídas por la fruta que ofrecemos a los escarabajos, y las segundas por los sustratos. La solución a estas plagas es muy sencilla: los terrarios deben estar ventilados, pero siempre cerrados con una tela de malla finísima.

Una de las claves más importantes para reproducir escarabajos de las flores, así como para que las larvas crezcan correctamente es el sustrato.


Como norma general, se compone básicamente de hojas y madera en descomposición. Veamos cómo hacerlo, dónde conseguir estos “materiales”, cómo escogerlos, etc.


La principal ventaja de hacer el sustrato nosotros mismos es que, si durante el proceso de elaboración conseguimos que nuestra pareja no nos expulse de casa, podremos estar seguros de que nuestra relación se mantendrá a salvo durante el próximo medio siglo.


Ingredientes básicos


Hojas en descomposición

Es el ingrediente principal, y básico.


Humus forestal

Aspecto de la hojarasca semipodrida en el suelo de un robledal

Se suelen utilizar hojas de árboles caducifolios de madera dura (olmo, roble, castaño, haya…) en semidescomposición.


Retirando la primera capa de hojas del suelo, se escogen las capas inferiores -las que llevan meses o años allí-. Las hojas en este estado, han perdido su forma original y están deshechas. Alternativamente, si contamos con espacio, podemos hacer una compostera y echar allí las hojas para que se vayan pudriendo. Sea como fuere, este “humus forestal” habrá de ser picado hasta reducirlo a pequeñas partículas. Si la hoja está seca, pueden frotarse contra una criba (de venta en ferreterías) para reducirla a partículas de menor tamaño. También puede usarse algún tipo de máquina trituradora, incluso de fabricación casera. En este caso, la hoja puede estar tanto seca como húmeda.


Si la hoja a picar está seca, conviene usar una mascarilla pues se genera mucho polvo. Las vías respiratorias, incluso de personas no alérgicas, sufrirán lo suyo con esta tarea…


Se usa madera procedente de árboles de madera dura, que ha sido atacada por los hongos. En este estado, la madera pesa poco y tiene un color blanquecino. Cuando el color es ya muy oscuro, el hongo ha consumido ya demasiados nutrientes y ya no es tan buena. La variedad de maderas que se puede usar es enorme. Únicamente deben evitarse las coníferas, cuya madera resulta tóxica para estos animalillos.


Encontrar esta madera es muy fácil en el suelo de un bosque, cerca de cursos de agua, etc. Siempre hay ramas semienterradas que se encuentran ya atacadas por hongos. Si ponemos partirla sin apenas esfuerzo, y la deshacemos por dentro con la uña… hemos dado con lo que buscábamos.


Para deshacerla, podemos frotarla contra la criba, machacarla con un martillo en un balde metálico, pasarla por una biotrituradora, un cepillo eléctrico, o algún otro invento. Recordar siempre que la madera en este estado es mucho más blanda cuando está mojada (sumergirla un par de días en agua si está seca).


Llegados a este punto, es conveniente recordar que las cuchillas de los inventos trituradores deben estar perfectamente equilibradas para que al girar no salgan despedidas junto al aparato que hemos inventado y nos seccionen un brazo o una pierna. Además de ponerlo todo perdido de sangre, de nuevo nos podemos encontrar con incómodos reproches por parte de la persona con la que compartimos nuestra vida. Bueno, una parte grande de ella.


Compost

El uso de compost no es normativo. Es un extra en nuestro sustrato que incrementa su valor nutritivo.


Puede comprarse (no recomendado, porque puede contener restos de ivermectina -un antiparasitario ganadero muy habitual que mataría nuestras larvas-, o elaborarse. Si se dispone de un lugar adecuado, puede hacerse una compostera. También pueden usarse boñigas ya secas de herbívoro. De nuevo, nos aseguraremos que los animales del lugar no han recibido ningún tipo de tratamiento antiparasitario. Si se pueden conseguir boñigas frescas, también pueden compostarse.


El sistema que utilice cada uno para deshacer las boñigas… es cosa de cada uno, y no necesitamos saberlo.


Heces de larva

El sustrato en el que han crecido larvas de la especie, o de una tan similar como nos sea posible, es un favorecedor de puesta para los adultos. Parece ser que es la ecdisona (hormona de muda) que se encuentra en el sustrato usado, la que motiva a las hembras a poner.


Fórmulas posibles


Dependiendo de la especie, para nuestros cetónidos, podemos usar una de las siguientes:


Solo hoja

Solo madera

80% de hoja y un 20% de madera (mezcla más habitual)

50% de hoja y 50% de madera

50% de hoja, 20% de madera, 20% de compost y 10% de heces de larva (fórmula recomendada para la puesta)

Tratamiento y almacenamiento


Para evitar la aparición de parásitos y otros seres indeseados en nuestro sustrato (ácaros, nematodos, otros escarabajos, cochinillas, etc.), la mezcla resultante debe congelarse al menos 72 horas (una opción a veces cómoda pero en ocasiones ineficaz), o pasarse por horno o micro-ondas. En caso de utilizar calor, evitar exponer el sustrato a temperatura muy elevada durante mucho tiempo. Por ejemplo, si se pasan 3-4 litros por el micro-ondas, dejarlo actuar unos 5 minutos. Las bolsas de plástico para horno son ideales en este caso.


Una vez listo, podemos guardar el sustrato en bolsas de plástico herméticamente cerradas o en sacos de papel (si va a estar varios meses almacenado).


Si hemos conseguido elaborar nuestro sustrato sin asfixiarnos, cortarnos algún miembro, introducir un ambiente ganadero en casa, apestar la cocina con sustrato calentito… enhorabuena!!. Alternativamente, podemos comprar el sustrato en tiendas especializadas o través de Internet; una opción más rápida y que no genera tensiones en el hogar, pero que resulta mucho menos divertida!!

Por fin tenemos pequeñas larvas. No son muy atractivas, no… Mi amiga Berta las llama “ascoputos”. A pesar de todo, os puedo asegurar que, sabiendo lo que van a generar después, se les acaba cogiendo cariño.


Las larvas tienen unas pequeñas patitas, pero se desplazan sobre el dorso

Veamos cómo criarlas de modo que acaben resultando unos bonitos escarabajos.


Norma nº 1: No sin mi sustrato


Si las larvas proceden de huevos que hayan puesto nuestros adultos, lo mejor es dejarlas en el sustrato en el que han nacido hasta el final de su etapa L1 o inicio de L2. Así crecen mejor. Ahora veremos por qué.


Cuando las saquemos del terrario en el que han nacido, sacaremos junto a ellas una cantidad de sustrato del propio terrario (cuidado con sacar otras larvas pequeñitas o huevos). Ese sustrato lleva heces con bacterias que ayuda a las pequeñas larvas en su digestión. El peculiar funcionamiento del sistema digestivo de estos animales ha sido objeto de muchos estudios que revelan la presencia de varios tipos de bacterias fermentativas (bacilos, actinobacterias, lactobacilus, clostridiales…) que se reparten de modo diferente en las diversas partes del digestivo de la larva. Estas bacterias no se encuentran en el suelo en el que se alimentan, de modo que han de ser adquiridas a través de la ingestión de heces que las poseen.


Coprofagia beneficiosa, se podría decir. Quede claro que no hay estudios que demuestren la necesidad de emular a estos insectos.


Norma nº 2: Cuanto menos las molestemos, mejor para ellas (aunque algo de caso hay que hacerles)


Si el grado de ventilación del contenedor es adecuado (ver más adelante), y el sustrato es de buena calidad, únicamente tendremos que vigilar cuándo hay que sustituir el sustrato en el que viven porque se lo hayan comido todo. Lo que haremos será revisar, por ejemplo semanalmente, el grado de humedad de su interior. Aprovecharemos para valorar si debemos retirar heces (el sustrato una vez consumido queda como pequeñas bolitas negras) y añadir sustrato nuevo. En tal caso, nunca se sustituye totalmente, dejando siempre una parte de heces.


Revisad a conciencia las heces antes de tirarlas. Os lo digo por experiencia… Siempre hay alguna larva por ahí. Por cierto, si además de la “Cetonicultura” os gusta la Floricultura, o simplemente tenéis huerto o jardín… aprovechad el sustrato usado como abono.


Norma nº 3: Proteina sí, pero en su justa medida


Dependiendo de la especie y de sus hábitos, conviene añadir de vez en cuando en el sustrato una pequeña cantidad de proteína. Sin ella, las larvas crecen más despacio, los adultos suelen ser más pequeños, o con ornamentos (los cuernecillos que tienen los machos de algunas especies) más reducidos, etc. Pienso de perro, de gato, de hurón, pupas de gusano de seda, de zophobas, gambas secas… incluso larvas de otros cetónidos. De todo se ha probado. Este deseo de proteína explica las costumbres caníbales de las larvas de algunas especies.


El problema que nos puede generar la proteína es que aparezcan ácaros. A estos seres diminutos e insidiosos les gustan los alimentos proteínicos y cuando queda algún resto sin comer… aparecen. Nadie sabe de dónde salen, pero están ahi!!. La presencia de estos animalillos puede resultar peligrosa para las larvas así que lo mejor es poner sólo la cantidad de proteína que se coman las larvas en un par de días o tres. Id haciendo vuestras pruebas. Además, el pienso tiende a enmohecerse y los mohos verdes y negros que generan son perjudiciales. Sin embargo, el primer hongo que sale -de color blanco- sí es nutritivo para ellas.


Norma nº 4: Cuanto mayores son, más espacio necesitan


No es esto menos importante por evidente que resulte.


Lo más cómodo es colocarlas inicialmente en pequeños grupitos. Los tuppers son ideales para ello. Se hacen unos pequeños agujeros en la tapa para permitir algo de ventilación sin que se reseque demasiado el sustrato. Se mezcla una parte del sustrato sacado del terrario con sustrato nuevo y se dejan allí las pequeñas.


Tuppers

Puede utilizarse cualquier tupper para criar a las larvas

A medida que vayan creciendo, podemos plantearnos separarlas o instalarlas en un contenedor mayor. De no ser así, podemos perder alguna larva por el camino, generarán adultos de menor tamaño, y tendremos que andar mucho más pendientes de los cambios de sustrato. Algunas especies de gran tamaño, como las del género Mecynorrhina conviene criarlas por separado.


Observaremos en algún control que aquellas larvillas de la semana pasada se han convertido repentinamente en larvotas. ¿Cómo puede ser?. A mí me gusta imaginar la muda de las larvas como un traje que va quedando cada vez más justo; la larva crece y crece y ya no cabe!!. Llegado ese momento se quita cómo puede el traje antiguo (“que descanso, ya puedo respirar“) y queda ya más agusto, cubierta por una nueva piel más espaciosa.


Norma nº 5: Cuanto mayores son, menos humedad necesitan


Si usamos una escala de humedad que va desde el 1 (seco, repele el agua) a 5 (mojado, gotea) ajustaremos la humedad del sustrato en 4 para larvas pequeñas y 3 para larvas más grandes. Cuando llegue el momento de hacer el cocoon (ver norma nº 6), la humedad debe estar en torno a 2.


No hace falta andar haciendo medidas, ni romperse mucho la cabeza. Simplemente, las larvas pequeñas crecen mejor en sustratos más húmedos y el cocoon ha de hacerse en un sustrato más seco.


Norma nº 6: Si me ves gorda y amarilla, déjame tranquila


L3 pupar

Larva a punto de construir el cocoon

Al final del estadio L3, las larvas -ya de por sí no muy bonitas- empeoran su aspecto significativamente. Engordan y se vuelven amarillas. En este momento hay que dejarlas muy tranquilas, sin rebuscar por el sustrato… nada. Están a punto de hacer el cocoon.

Norma nº 7: No me abras, ¡Soy un cocoon!


Se llama así al capullo que hacen estos escarabajos para pupar en su interior. La propia larva lo fabrica aglutinando a su alrededor sustrato, arena, heces, y cualquier material que encuentre. Si la larva es molestada mientras hace el cocoon, lo abandona y, habitualmente, no hace otro. Como consecuencia, suele morir.


El cocoon protege a la pupa de los agentes externos. Si lo abrimos, la pupa tiene pocas posibilidades de sobrevivir y, si lo hace, el adulto mostrará taras en las alas o en los élitros.


Una vez en el interior del cocoon, se produce una nueva muda que convertirá a la larva en pupa y, pasado el tiempo suficiente (entre uno y dos meses habitualmente) se producirá una última muda que generará el imago o adulto. Frecuentemente, la larva hace el cocoon pegado a las paredes del tupper así que si es transparente, podremos observar el proceso desde el exterior.


Si todo ha ido bien, un día encontraremos un adulto sobre el sustrato del contenedor donde tenemos los cocoones.


¡¡Ya está!!


En la naturaleza, los escarabajos de las flores se alimentan de… flores!!. Aprovechan el polen y pétalos de las flores. A veces también comen frutas maduras o la savia que brota de las heridas de algunos árboles. Algunas especies se cuelan en las colmenas y se alimentan de miel.


En nuestras casas, no podemos ofrecerles flores a diario, así que nos serviremos de otros alimentos para que su alimentación sea lo más completa posible.


A continuación, veremos los alimentos que hasta la fecha he podido identificar como posibilidades para nuestros golosos amiguetes.


Frutas


En general, prefieren las frutas dulces, y mejor si están muy maduras (¡no pasadas!). No usar frutas ácidas (cítricos). La estrella de la “alimentación cetónida” es el plátano, pero también aceptan de buen grado el melocotón, la papaya, manzana…


Polen


Se trata del polen que transportan las abejas, recolectado por el apicultor, y se vende como complemento alimenticio para humanos. Contiene una buena cantidad de proteínas y gran cantidad de vitaminas. Les suele gustar mucho.


Agua azucarada


Se hace un almíbar con agua y azúcar moreno o fructosa. Muy rico!.


Miel


En el trabajo que se cita más adelante, compararon la puesta en Pachnoda fasciata alimentándose exclusivamente de miel diluida al 10% (arrojó los mejores resultados), miel concentrada (resultados medios) y geranios (el peor resultado). Unos resultados muy sorprendentes, pero ahí están.


Abou-Bakr, H. y otros (1993) Adult food and soil mixture as factors affecting egg-laying in Pachnoda fasciata. Beitraege zur Entomologie, 431: 123-127


Savia de arce


Se trata de savia extraída de un árbol, el arce. El de grado C es rico en algunos minerales (calcio, manganeso, hierro y zinc ) y contiene vitaminas, especialmente del complejo B, y antioxidantes. El de grado A es el utilizado habitualmente como edulcorante y menos rico en nutrientes.


Sirope de ágave


Se obtiene de una planta parecida a la Pita. Es otro edulcorante líquido rico en fructosa que parece gustarles, especialmente a algunas especies.


Flores


Asegúrate de que no han sido tratadas con ningún fitosanitario y sírvelas enteras.


Gelatinas (Jelly)


Existen en una variedad de sabores y se supone que están específicamente formuladas para la alimentación de los escarabajos, incrementando la cantidad de huevos que ponen. La verdad es que, con la excepción de la de ácido láctico, el resto no parecen entusiasmarles, aunque se las comen. La principal ventaja es que duran un montón sin estropearse una vez servidos y no suelen atraer a las moscas de la fruta.


Siempre hago mención de algún amiguete en cada entrada, así que ahora le toca el turno a Javi L., que insiste en que están buenísimas!. Javi… ¡¡en la etiqueta pone claramente que no son para consumo humano!!


Pienso de perro/gato/hurón


La proteína aumenta la puesta de huevos e incrementa la longevidad de los escarabajos. Se sirve reblandecido con agua. A veces utilizo agua azucarada, y parecen aceptarlo de mejor gana.


Escamas para peces


Aportan proteína. Se pueden espolvorear sobre la fruta.


Con seguridad, habrá otros muchos alimentos que puedan comer y les resulten beneficiosos. Con todo, hay quien los mantiene de modo exitoso alimentándolos exclusivamente con plátano o sólo con agua azucarada. Hay también quien elabora sus propias gelatinas con puré de plátano, azúcar, gelatina en polvo, etc.


Merece la pena observar qué tipo de alimento gusta más a cada especie, de cara a evitar ponerle de comer… precisamente aquello que no se van a comer.


Cuando se utilicen alimentos líquidos, lo mejor es servirlos en pequeños cuencos de escasa profundidad. De otro modo, pueden ahogarse.


En general se aconseja alimentarlos dos o tres veces por semana. Personalmente no me gusta pasar hambre así que, no tendiendo los escarabajos a la obesidad, los mantengo siempre con comida de uno u otro tipo.
 
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