Coincido con "androctonus" sobre la buena marcha del debate.
Oxyuranus, el mundo de la cetrería es caso aparte. Sin entrar en el pasado borrascoso de la aficción (poblaciones enteras de halcón peregrino extinguidas, ejemplo sierra de huelva y Sevilla), pienso que esta aficción hoy por hoy cumple con la legalidad, y es una modalidad de caza donde el hombre no actúa directamente, es respetable y donde el cetrero es el primero que disfruta con el vuelo de un águila imperial, real... y lo más importante, sabe reconocer y conoce su vuelo.
Quién no conoce, no ama, eso es así.
A todos nos escandaliza que se cazen leones, leopardos, elefantes...por qué? por la espectacularidad del animal?, es posible, pero estoy seguro de que también nos influye el habernos formado con decenas de estos documentales, pero cúantos documentales del lobo ibérico hemos visto, y se cazan legalmete el Castilla y León, y del lince, y que me decis del tejón, cuántos de nosotros conocemos sus hábitos? y el turón, y que me dices del aguila perdicera?, y así con un largo etc.
Mi humilde opinión es que la sociedad española no aprecia la rica biodiversidad que posee la península, y es por una simple razón, no se conoce lo que tenemos. Prueba de ello es la inexistencia de este tema en eleccines, toda la atención se la lleva el cambio climático, que vende más y no crea un debate social incómodo.
Que quede claro que no soy animalista, término que se suele asociar al naturalista.
Dicho esto, no repudio a aquellas personas que crian intencionadamente ratones y similares para alimentar a sus mascotas, yo en alguna ocasión lo he hecho, de la misma manera que no me opongo a las granjas de pollos para alimentación humana.
También es verdad, y hay datos objetivos, que el negocio del tráfico de animales es el tercero que más dinero mueve, hablamos del legal y el ilegal ,por detrás del negocio de armas y de drogas.
Nuestra aficción se encamina a una autogestión que nos permitirá a medio y largo plazo, de no depender de importaciones de animales salvajes, de hecho si miramos unos 15-20 años atrás, apenas existían unas decenas de criadores en España, hoy en día son imnumerables. Si bien es verdad que hay más demanda, tampoco es menos cierto que todos preferimos adquirir un animal criado en cautividad a uno salvaje, la conciencia social al respecto evoluciona favorablente al respecto.
Y nuestra aficción, con sus pros y contras, no puede comparse con el mundo de la caza, pues en este último entra en juego nuestro rico patrimonio natural, tan importante como el cultural, lingüistico o social.
Posiblemente todos tengamos algo de razón, y que todos coincidimos en que el modelo cinegético actual no es el idóneo, y que los medios de control por parte de las administraciones autonómicas son precarios y claramente insuficientes.
Cada uno que actúe en consecuencia con sus principios, lo que si animo, es a denunciar posibles hechos o actitudes delictivas sobre el medio natural, nuestra conciencia lo agradecerá cada vez más a lo largo de los años.
Saludos